Succión de telas y lanas en gatos

Tal vez te resulte normal y hasta simpático que tu gato chupe, mastique o consuma todo tipo de telas y sobre todo lana, pero estas costumbres no son más que la variante de un trastorno de comportamiento conocido como con el nombre de malacia o pica.

Generalmente es considerado un comportamiento compulsivo, aunque en sus formas más leves puede estar asociado con otras motivaciones como: juegos, exploración o llamado de atención.

Actualmente no se conoce bien cuál es el mecanismo fisiopatológico que da lugar a dicho desorden compulsivo, pero se sabe que hay algunos neuroquímicos como las endorfinas, la serotoninas y la dopamina, que están involucrados en este proceso.

Se puede dar en cualquier gato, aunque en los orientales es más común. Entre los gatos que muestran este comportamiento oral no nutritivo, encontramos especialmente al Siamés y el Burmés. No importa si son machos o hembras. Si bien este trastorno se puede presentar a cualquier edad, la mayoría de los animales afectados empiezan a comer telas antes de los 8 meses.

¿Cómo reconocemos esta anomalía?
Los gatos chupan, mastican o comen de forma repetitiva, exagerada y sostenida. Generalmente empiezan chupando tejido de lana, pero luego el comportamiento se generaliza hacia otras telas.

¿Qué causas posibles se conocen?
Ambiente estéril, gatos que viven solos dentro de la casa, ansiedad por separación, casa con muchos gatos, rutina de alimentación, destete temprano.

¿Conlleva riesgo para los gatos?
Sí. Por eso, se debe tener en cuenta la seguridad del gato, ya que la masticación e ingestión de objetos puede causar lesiones o enfermedades potencialmente peligrosas para su vida.

Si tu gato se come las telas, es mejor no dejar ningún tipo de telas en los lugares donde suele estar para evitar la obstrucción intestinal por cuerpos extraños.

Y si se ve atraído por los cables eléctricos, tenes que desenchufarlos y cubrirlos bien para que él no pueda morderlos, o ponerlos fuera de su alcance.

Entonces, recomendamos:
· No permitir que el gato tenga acceso a las cosas que suele chupar o morder.

· Enriquecer el entorno con objetos y actividades que brinden estimulación física y mental.

· Buscar nuevas rutinas de alimentación y opciones de comidas, ejemplo: si se le da de comer 1 vez por día, dividir la ración en comidas más frecuentes o dejarle el alimento para que coma a voluntad.

· Hacer poco atractivos los objetos que el gato suele chupar, agregando repelentes especialmente desarrollados para gatos. Estos son aromáticos y no tóxicos (aceites, eucalipto etc.) y su efectividad es limitada si no se trata el problema de base.

· No castigarlos, porque todo tipo de castigo está contraindicado en cualquier desórdenes compulsivos.

· Dado que esta condición puede tener un componente genético, se recomienda la castración de los animales afectados para evitar la transmisión del rasgo no deseado.

¿Existe algún tratamiento para este trastorno?
Sí, se puede realizar tratamientos convencionales. Estas drogas se utilizan durante varios meses (de 3 a 6 meses) y luego se los retira gradualmente reduciendo la dosis de a poco.

Otra forma de tratamiento se realiza con terapias alternativas y complementarias como la homeopatía y la acupuntura.
De todos modos, es importante que siempre lo consultes con tu veterinario de confianza.

¿Notás este comportamiento en tu gato? ¿Cómo lo tratas?

Fuente: Departamento Técnico Vitalcan

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